lunes, 22 de diciembre de 2008

CULTIVOS BIOCOMBUSTIBLES TAMBIÉN REDUCEN EL GAS INVERNADERO

El maíz y la soya son los cultivos preferidos actuales para producir el etanol y el biodiesel, respectivamente. Pero dos otros cultivos—el césped Panicum virgatum y el álamo híbrido—podrían ser útiles en el futuro para reducir los gases de efecto invernadero, también conocidos como los gases invernadero, según científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) y sus colaboradores.

En un estudio publicado en la revista 'Ecological Applications' (Aplicaciones ecológicas) de abril de 2007, el científico del ARS Paul Adler y sus colegas compararon la producción neta del dióxido de carbono y dos otros gases invernadero que son relacionados con la producción de biocombustibles de varios cultivos de bioenergía.

En pocas palabras, se necesita energía para producir energía, dice Adler, quien trabaja en la Unidad de Investigación de Sistemas de Pasto y Manejo de Cuencas, mantenida por ARS en University Park, Pensilvania. Por ejemplo, utilizar un tractor para arar, sembrar, fertilizar y cosechar requiere gasolina o combustible diesel. Esto, en turno, emite el dióxido de carbono y otros gases invernadero relacionados con el cambio climático global.

¿Las buenas noticias? Los cultivos de bioenergía compensan por sus contribuciones de gas invernadero en tres maneras principales: sacando el dióxido de carbono del aire y almacenándolo en las raíces del cultivo y el suelo como un carbono orgánico; produciendo subproductos tales como proteína para pienso, el cual ahorra energía para producir pienso por otras maneras; y por desplazamiento—es decir, reemplazando un combustible fósil con un biocombustible que "recicla", en vez de agregar, más dióxido de carbono a la atmósfera.

Junto con el científico del ARS Stephen Del Grosso en Fort Collins, Colorado, y William Parton de la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins, Adler pronosticó una reducción de 40 por ciento de emisiones de gas invernadero si se usan el etanol y el biodiesel producido de las rotaciones de maíz y soya en vez de gasolina y biodiesel. Esta reducción fue como dos veces más que cuando se usa el etanol producido por sólo el maíz. Sin embargo, el grupo pronosticó que usar el césped Panicum virgatum y el álamo hibrido podría producir una reducción de casi tres veces más de las emisiones de gas invernadero comparado con las rotaciones de maíz y soya.

Esta investigación muestra que los biocombustibles si en verdad tienen el potencial para sacar los gases de invernadero de la atmósfera mientras ayudando a reducir la dependencia estadounidense del aceite extranjero, según Adler.

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